Mucho
se dice, mucho se habla sobre espiritualidad, muchas personas lo
toman como sinónimo de esoterismo y nada más lejos de la verdad.
Creo que es un tema muy manoseado porque existen personas que se han
aprovechado mucho al respecto, pero realmente... ¿Qué es
espiritualidad?
Para
poder clarificar sobre lo que es espiritualidad, debemos comenzar por
su etimología.
Se
sabe que viene del latín y que es fruto de 3 componentes latinos:
El
sustantivo “spiritus” que puede traducirse como “alma”
La
partícula “-alis”, que se usa para expresar “relativo a”
El
sufijo “-dad”, que es equivalente a “cualidad”
Resumiendo,
viene a ser, una cualidad relativa al alma. Ese don sobrenatural con
el que Dios dotó a todas las criaturas de la tierra. Es decir, es
una persona que vive y se conduce por Dios para un proceso de
re-formación.
Por
eso puede ser una persona o un grupo de personas, dependiendo de los
principios y actitudes que tengan sobre la vida espiritual. Podemos
decir que el Papa Juan XXIII, era un hombre de gran espiritualidad.
Hoy
en día, se ha proliferado mucho en este tema de la espiritualidad.
Van aparecer muchas personas que dicen estar en la luz, pero no lo
están. ¿Cómo saberlo? La meditación ayuda mucho. Dios se
manifiesta de muchas maneras, una de ellas, es la voz interior que
existe en nosotros. Sólo necesitas escucharla.
Particularmente,
para mí, la espiritualidad no es otra cosa que regresar a tus
verdaderos orígenes, a tus valores, ir despojándote de esas cosas
que realmente no sirven y no ayudan en nada para avanzar. Siempre
digo que todo cae por su propio peso y dejarle las cosas a Dios, hace
que se libere tu alma.
También
podemos escuchar “espiritual pero no religioso”, principalmente
porque se trata de la experiencia interna de la persona y no tiene
que ver con una condición religiosa en sí, aunque todos llegan a un
sólo camino: Dios.
Más
bien la espiritualidad sí está relacionado con el misticismo. Qué
significa cuando hablamos de Mística? Que es una persona que posee
un lado espiritual muy desarrollado. Es ese poder interior que todos
tenemos dentro, que se encuentra dormido, hasta que viene alguien a
despertarlo, porque ve que los seres humanos es mucho más que una
simple especie que sólo satisface sus necesidades materiales. Un
místico va directamente a Dios, se funde con El; como cuando una
gota cae en el océano para convertirse en océano.
De
ahí la importancia de mirar hacia adentro, para un verdadero
crecimiento espiritual y la necesidad de potenciar la energía
positiva para iluminar nuestra vida y entorno. Lo que será de gran
ayuda, por que está unido a una buena salud mental y permitirá
afrontar mucho mejor los diferentes momentos, no sólo los más
complicados, sino también los mejores. Ya que ese equilibrio
espiritual, nos permite estar más preparados.
Aquí
es donde entra la meditación, el poder de las flores y el reiki. A mi me ha ayudado muchísimo, por eso se los brindo a ustedes.
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