Este es un espacio virtual donde estamos vos y yo, una conexión especial entre vos que me lees y yo que te escribo.
A veces llega a mi ganas de escribir, porque son tus ganas de saber sobre algún tema en particular y al verlo en tal o cual momento y/o pueden ser también en diferentes situaciones vividas y/o evidenciadas, que puedan servir como aprendizaje a alguien, a vos o inclusive a mi misma.
Además, al ser firmemente Café, me gusta transformar en positivo cualquier experiencia negativa, propia o ajena, y re potenciar ese sentimiento hacia la Luz. Por que de eso se trata la vida, experimentar para aprender y evolucionar.
En ese momento, sé que es tiempo de escribir.
Hoy siento la necesidad de escribir sobre el Karma y el Dharma, ya que es muy importante comprenderlos y ser consciente de cada hecho. Sólo así podremos evolucionar adecuadamente en la Luz.
Para comprender mejor veamos primero el Dharma. El Dharma no es otra cosa que que la recompensa que recibimos por cada buena acción hecha. Lo lindo es que podemos almacenar mucho Dharma a través de muchísimas existencias y por la falta de conocimiento, lo más probable es que no sabemos utilizarlo.
Lo que he podido investigar, es que para acumular buen Karma, el individuo debe seguir el camino del Dharma que implica virtudes como pureza, compasión, honestidad o verdad y austeridad.
Si recuerdas, es lo que nuestros padres siempre nos repitieron, aunque con otras palabras, entonces, no es nada que no conozcamos... sólo debemos potenciarlo.
Una vida que vaya en contra de estos preceptos, se considera adharmica. El adharma se basa principalmente en tres vicios: orgullo, promiscuidad o violencia física e intoxicación.
Además, siempre hemos escuchado hablar que "Dios será quien haga Justicia" o "Todo lo dejo en mano de Dios". Bueno, cuando decimos eso estamos hablando del Karma, porque cuando las malas acciones prevalecen, es en ese momento que se generan. Es decir, el Karma es acción y consecuencia.
Nuestro Karma puede ser perdonado si eliminamos las causas de nuestros errores, de nuestra ira, envidia, orgullo, etc.
El Karma es una medicina que nos aplican para que podamos ver nuestros mayores defectos (la causa de nuestro sufrimiento), sólo así podremos eliminarlos a través de la muerte mística o psicológica.
Mientras que el Dharma, en general es todo aquello que guarda o protege el bienestar individual y colectivo. Está asociado al concepto del Karma, la ley de causa y efecto.
Tiene el poder de balancear y borrar el mal Karma acumulado, afectando nuestro futuro inmediato, al igual que nuestras próximas vidas. Por eso, para generar buen Karma, la persona debe seguir el camino del Dharma, es decir vivir actuando correctamente, viviendo las enseñanzas espirituales más altas. Toda acción que beneficie al individuo, a quienes lo rodean y a la humanidad en general, está considerado como Dharma y generará buen Karma.
Para cultivar Dharma son: el perdón, la paciencia, el control del cuerpo y la mente, la honestidad, la santidad, la lógica, el control de los sentidos, la verdad, el conocimiento, la ausencia de rabia, de ira, de envidia y de orgullo
En la Ley Kármica nada está ya determinado y podemos balancearlo obrando de acuerdo al Dharma. El poder está en nuestras manos y a cada momento forjamos el presente y futuro con nuestros pensamientos y acciones.
Que el Sol Ancestral libere, ilumine y purifique tu alma y tu camino hoy, mañana y siempre.
Namasté.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario