domingo, 15 de septiembre de 2013

El café dominguero

Nada mejor que un café para esas mañanas de cada domingo, en especial cuando son días de lluvia como hoy.

Un café que nos invita a reflexionar sobre lo sucedido en la semana, analizar los porqués de algunas cosas y tratando de entender otras.

Y pasa señores, que a veces no se le entiende a la gente, mi madre tenía un refrán:
"Más conozco a las personas y es cuando más amo a mi perro"

Nunca entendí, quizás hasta ahora, pero soy una persona testadura que decide ir por la vida confiando en las personas, a pesar que, con el pasar de las horas, de los días, del tiempo, vayan cayendo las caretas una a una, como si se tratara de unas piezas de dominó. 

Me gusta hacer de la "confianza" mi estandarte de vida, mi bandera; porque sin ella, no hubiese podido transitar por caminos empedrados, algunas veces con rocas por atravesar, y con esa expresión de buena voluntad, Dios me ha brindado la oportunidad de tener muchos ángeles en mi camino.

Como ya sabemos que en la vida no todo es color de rosa, durante el camino te vas encontrando con individuos, mostrándote, que no todos ven el mundo de la misma manera; y gracias a Dios que es así, porque ello me permite ir mejorando día a día, en cuanto al aprendizaje de cómo piensan otras personas, los valores que contienen y lo que están dispuestos a hacer con tal de lograr sus fines.

Sin embargo, cuando eso pasa, clavo mucho más profundo mi estandarte en tierra para que, orgullosa flamee, mientras el viento la roce, dándome mucha más fuerza para continuar adelante.

Parada frente a mi ventana, sintiendo ese viento que acaricia mi rostro, con la taza en la mano, y mirando fijamente a mi bandera, voy terminando este Café con Alma.

Hasta la próxima!







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