Un nuevo año llega a nuestras vidas.
Dios nos brinda la oportunidad de 365 días, un libro, con hojas en blanco para poder escribirlas.
Hay que aprovechar cada día, disfrutar de cada día.
Agradece todo.
Mantén tu corazón completamente abierto y deja que tu sentimiento de gratitud se vierta en una corriente sin fin.
Es muy importante que este año aprendamos a focalizarnos, centrarnos, colocando las prioridades reales como primeras; por que sólo así se podrá ir logrando cosas.
Cuando las cosas se pongan difíciles, como primera instancia, lo mejor es buscar a Dios. Él siempre está ahí para nosotros.
Después necesitamos buscar paz y armonía dentro de nuestro corazón, alinearnos con Él, con la Luz. La meditación ayuda mucho, pero si no eres de meditar, o te cuesta mucho, sólo detente por un minuto, relájate con música y ya estarás meditando. Namasté.
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